Ir al contenido principal

Día 7

Tengo muchas cosas que hacer.
Entre las que se relacionan con escribir puedo mencionar: a) carta y mail a Ceci; b) carta y mail a Ana; c) mail a Mara; d) artículo para Comiqueando; e) artículo para Sudestada; f) artículo para La secta violeta; g) resurrección de blogs anteriores; h) todo.
Tengo muchas cosas que hacer. Caliento un café y me decido por todo aquello que no está en la lista.

Comentarios

gerund ha dicho que…
nunca pensé que esto era probable, pero... leer a alguien que escribe sobre escribir está re bueno, y ahora resulta que leer a alguien que escribe sobre no escribir también! y no sé si no está mejor...

señor corrector, señor corrector, dice e.e. cummings que no moleste :P
Juan Solo ha dicho que…
Dígale a e.e. que aprenda a escribir su nombre, al menos. Canejo.
Y por lo otro, bueno, lo que leerás por aquí es el producto de alguien que, indirectamente, escribe sobre escribir. Gracias igual.

Entradas populares de este blog

Día 24

Hace ya varios días que tengo ganas de escribir. Leyendo a cierto escritor —cuyo nombre no mencionaré para no ser tomado por soberbio—, sentí que yo podría redactar algo mejor. Pero no lo hice. Paseando por blogs de amigos y conocidos que nunca pararon, extrañé aquellos tiempos en los que me sentía parte de algo, de una especie de "comunidad" en la que nos reconocíamos por la manera en que plantábamos las palabras en la pantalla, en la hoja de papel imaginaria, y más o menos nos admirábamos por eso. Y quise retomar ese camino. Pero no me sale. Como siempre, la primera opción es esta. Tirar algo acá, en este blog remoto, y ver si germina. Ojalá que sí.

Día 35

Tal vez deba ser sincero conmigo y aceptar que no puedo escribir todos los días. Paso demasiadas horas diarias escribiendo y leyendo en este monitor y con este teclado. Es mi trabajo. A veces, al fin de la jornada sencillamente no tengo reservas de energía para crear. Con eso aclarado (o sincerado , como se usa ahora, con su connotación negativa incluida), quizás el compromiso deba ser escribir seguido, nomás. La otra opción, la de hacerlo todos los días a como dé lugar, termina siendo nefasta para alguien tan crítico, minucioso o, digámoslo, hinchapelotas y quisquilloso. Escribo cosas para cumplir y, aunque me satisface poder sostener el ritual, me molesta casi todo lo demás, incluso el hecho de tener que escribir para cumplir. No me gusta cumplir, de hecho. Cualquier compromiso me pesa y busco el área gris en toda reglamentación. Sea: puedo ser confiable y cumplo cuando debo hacerlo, pero no me gusta. Es así a la larga o a la corta. Es curioso lo que sale al escribir: nunca había ...

Día 41

Escribí un par de pavadas en Jardín de instantes . Después de ¡once! años. La noticia no es que hayan sido textos sobresalientes ( spoiler : no lo son); lo sobresaliente es la sensación que los acompañó, lo que llegó con su escritura, algo parecido a la certeza de que ese espacio —y este, por tanto— son míos, a que puedo ir allá o venir acá a retozar con las palabras cuando la rigidez de mi trabajo (con otras palabras) lo haga recomendable, cuando la falta de fe se quiera imponer, cuando los sentimientos negativos copen la parada. Todavía soy este, o puedo serlo también, y no tengo por qué rendirme.