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Día 23

Estaba de lo más contento, sentado en la mesa del comedor ante la ventana abierta, con el café negro y amargo enfriándose al alcance de mi mano izquierda, Carola afilándose las uñas en el respaldo de la silla y frotándose en mis piernas desnudas, Coltrane y McCoy Tyner haciéndome mover los pies sin darme cuenta y un libro de antropología nuevecito para trabajar en él (El nacimiento de los “intelectuales”. 1880-1900, de Christophe Charle; ¡pídalo en su librería amiga en cuanto entregue las galeras corregidas!).

La editorial que me encargó el trabajo es la única —de aquellas con las que tengo relación, desde ya— que me posibilita trabajar directamente sobre el papel y dejar salir de mi birome roja los arcaicos signos de corrección que aprendí alguna vez en la facultad y que nunca uso (mi preferido, claro, es el deleatur). Eso, sumado a lo que detallé más arriba, me causaba mucho placer.

El capítulo 1 empezaba con la siguiente cita de mi amigo personal Gustave Flaubert (de una carta fechada el 21 de agosto de 1853 y dirigida a Louise Colet): "Sí, sostengo (y para mí esto debe ser un dogma práctico en la vida del artista) que es preciso repartirse en dos partes: vivir como burgués y pensar como semidiós". ¡Qué tipo grosso, Flaubert! Es cierto que él vivía de rentas y se rascaba a cuatro manos, por lo que tenía resuelto lo de la vida burguesa; pero lo de pensar como semidiós se lo ganó solito. Además, no como dios: ¡como semidiós!

En fin, en esas cavilaciones andaba cuando me di cuenta de que es difícil que alcance, no digo ya los dos aspectos, sino al menos uno. Y me amargué. Y esa amargura, paradójicamente, le dio un matiz más interesante a la cita, tanto, que no pude evitar venir y escribir esto.

Comentarios

gerund ha dicho que…
sé que no hace falta, pero esto te va a encantar: se te pasó que, además, la birome roja es 100% "La Secretaria"...
Fodor Lobson ha dicho que…
Un capo Flaubert; y yo me pregunto si bien cualquier aspirante a artista puede vivir como burgués, pero sin alcanzar nunca a pensar como semidiós... ¿podrá pensar como semidiós sin vivir como burgués? porque ejemplos de artistas talentosos que vivieron en la misería hay unos cuantos, pero ¿pensaban como semidioses?

P.S.: está ud. en su derecho de decir: No entendió un carajo, Fodor, vayase de acá.

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Día 24

Hace ya varios días que tengo ganas de escribir. Leyendo a cierto escritor —cuyo nombre no mencionaré para no ser tomado por soberbio—, sentí que yo podría redactar algo mejor. Pero no lo hice. Paseando por blogs de amigos y conocidos que nunca pararon, extrañé aquellos tiempos en los que me sentía parte de algo, de una especie de "comunidad" en la que nos reconocíamos por la manera en que plantábamos las palabras en la pantalla, en la hoja de papel imaginaria, y más o menos nos admirábamos por eso. Y quise retomar ese camino. Pero no me sale. Como siempre, la primera opción es esta. Tirar algo acá, en este blog remoto, y ver si germina. Ojalá que sí.

Día 7

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Día 40

Tengo que hacer tiempo y, claro, escribo. Porque escribir es siempre una solución. Aunque no conduzca a nada, como en este caso, como casi siempre, yo arranco. Porque puedo y porque quiero, y porque es lo mío. Qué me importa lo demás. Es casi como los documentos de Word que llenaba sin parar mientras esperaba que se terminase de descargar el Football Manager o que llegara la moto con la comida o que el pocero terminase la perforación y me llamara para explicarme cosas, exagerar, pavonearse y cobrar. Lo que hacen todos, bah. En esos documentos, yo escribía a pata suelta (¿?) sobre libros, jugadores de fútbol, vetas subterráneas o lo que fuera; una cosa se encadenaba con la otra, que se enlazaba con la siguiente, que se unía a la próxima, y así, el texto fluía para, finalmente, existir. Yo le daba vida y le regalaba la libertad de vivirla como él prefiriese (de modo inútil casi siempre). Ahora se cortó la internet; quién sabe si estas letras verán la luz. Yo sigo haciendo tiempo, presion...