Ir al contenido principal

Día 25

Tengo poco trabajo últimamente. Todos mis clientes parecen haberse ido a dormir la siesta y, mientras espero que se despierten y me hagan una devolución de la corrección de los dos primeros capítulos de ese libro o me envíen la línea de tiempo prometida hace tanto ídem, revoleo currículums a diestra y siniestra.

A raíz de mi buena experiencia con la agencia editorial española, se me ocurrió golpear las puertas del Viejo Continente (además, tengo la doble nacionalidad y manejo el español de la Península al dedillo). Pues bien: las respuestas, hasta ahora, no han sido malas. Imagino que nadie habrá tenido que enjugar una lágrima emocionada ante mi correo, pero no me fue mal.

Sin embargo, ninguna respuesta me gustó tanto como esta:

----- Original Message ----- 
From: [xxx] 
To: [xxx] 
Sent: Wednesday, June 17, 2009 5:58 PM
Subject: Re: At. Sr. Director. Ofrecido: corrector.

Distinguido Juan:

Mucho nos place haber recibido su hoja de vida... Lo felicito, es excelente. Pero nosotros no somos editores, somos una empresa de ingenieros de alimentos. Dentro de nuestras labores, editamos nuestra propia revista y distribuimos libros de la editora [xxx], ubicada en Zaragoza, España.
Le deseo muchos éxitos, y siga adelante, como buen guerrero que parece ser.

Atte.
[xxx]

Comentarios

Subjuntivo ha dicho que…
Excelente.


S.
gerund ha dicho que…
ídem S.

Entradas populares de este blog

Día 24

Hace ya varios días que tengo ganas de escribir. Leyendo a cierto escritor —cuyo nombre no mencionaré para no ser tomado por soberbio—, sentí que yo podría redactar algo mejor. Pero no lo hice. Paseando por blogs de amigos y conocidos que nunca pararon, extrañé aquellos tiempos en los que me sentía parte de algo, de una especie de "comunidad" en la que nos reconocíamos por la manera en que plantábamos las palabras en la pantalla, en la hoja de papel imaginaria, y más o menos nos admirábamos por eso. Y quise retomar ese camino. Pero no me sale. Como siempre, la primera opción es esta. Tirar algo acá, en este blog remoto, y ver si germina. Ojalá que sí.

Día 7

Tengo muchas cosas que hacer. Entre las que se relacionan con escribir puedo mencionar: a) carta y mail a Ceci; b) carta y mail a Ana; c) mail a Mara; d) artículo para Comiqueando ; e) artículo para Sudestada ; f) artículo para La secta violeta ; g) resurrección de blogs anteriores; h) todo. Tengo muchas cosas que hacer. Caliento un café y me decido por todo aquello que no está en la lista.

Día 40

Tengo que hacer tiempo y, claro, escribo. Porque escribir es siempre una solución. Aunque no conduzca a nada, como en este caso, como casi siempre, yo arranco. Porque puedo y porque quiero, y porque es lo mío. Qué me importa lo demás. Es casi como los documentos de Word que llenaba sin parar mientras esperaba que se terminase de descargar el Football Manager o que llegara la moto con la comida o que el pocero terminase la perforación y me llamara para explicarme cosas, exagerar, pavonearse y cobrar. Lo que hacen todos, bah. En esos documentos, yo escribía a pata suelta (¿?) sobre libros, jugadores de fútbol, vetas subterráneas o lo que fuera; una cosa se encadenaba con la otra, que se enlazaba con la siguiente, que se unía a la próxima, y así, el texto fluía para, finalmente, existir. Yo le daba vida y le regalaba la libertad de vivirla como él prefiriese (de modo inútil casi siempre). Ahora se cortó la internet; quién sabe si estas letras verán la luz. Yo sigo haciendo tiempo, presion...