El vecino está tocando el piano. Y lo hace bastante bien, además. Quisiera poder imitarlo y es por eso que me pongo a escribir. Usamos teclados diferentes pero hacemos lo mismo, mis dedos sobre teclas cuadradas de plástico negro con letritas blancas; los suyos, sobre teclas oblongas, de marfil, mayormente blancas, acompañadas por algunas negras cada tanto.
Él habrá llegado de su trabajo (ignoro a qué se dedica) y estará dejándose lavar por la música; yo, sin llegar de ningún lado (oh, placentero infierno de trabajar en casa), quisiera ponerme a escribir algo sustancioso, algo que me llenase. Y no me sale.
Él toca "My Way". Yo no logro despegar. Y no es que "My Way" me parezca inalcanzable, no. Pero me parece que dejaré todo esto y saldré a sacar la basura. Va a ser mejor, sí.
Él habrá llegado de su trabajo (ignoro a qué se dedica) y estará dejándose lavar por la música; yo, sin llegar de ningún lado (oh, placentero infierno de trabajar en casa), quisiera ponerme a escribir algo sustancioso, algo que me llenase. Y no me sale.
Él toca "My Way". Yo no logro despegar. Y no es que "My Way" me parezca inalcanzable, no. Pero me parece que dejaré todo esto y saldré a sacar la basura. Va a ser mejor, sí.
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